
En algún momento de nuestra vida y en general, se puede decir que a temprana edad, somos influenciados culturalmente hacia el consumo de alcohol, de hecho, se vende esta idea, transformándola como un estilo de vida para poder gozar, los típicos retos para demostrar ese “si soy capaz”, nos pueden llevar a consumir drogas que nunca hubiéramos querido probar. Así mismo, el consumo de cigarrillo y otras sustancias son el pan de cada día que atentan contra la salud, pero que realmente evidencian un faltante.
Un estudio realizado por la Global Drug Survey (Encuesta Global Sobre Drogas) revela en su última intervención realizada en Colombia datos importantes acerca del consumo de alcohol y sustancias psicoactivas, evidenciando la gran cercanía y fácil acceso que se tiene a ellas.
Como primer lugar está el consumo de alcohol, con el 35% de personas que reconocieron tener un nivel alto de problemas de alcohol, el 12.9% les gustaría recibir algún tipo de ayuda en un centro de rehabilitación y tratamiento para adicciones. En segundo lugar está la marihuana, la droga que más se usa en el mundo; el 19.79% consumió más de 300 días al año, el 2.2% buscó tratamiento de emergencia en algún centro de rehabilitación y tratamiento para adicciones.
Vemos una realidad fehaciente del problema a atender, la Fundación Antioquía, como centro de rehabilitación, da orientación profesional al individuo frente a estas realidades y sitúa a Dios como Aquel sin el cual no podemos entender nuestra situación presente de total dependencia a Él.
Fuente: http://www.acciontecnicasocial.com/infografia-global-drug-survey/