Me dijeron, experimenta con esto, toma una dosis y olvídate de tus problemas, esta es la salida más rápida para escapar de tu realidad tan confusa y dolorosa, ¡Mentira!, no voy a experimentar nada, sabía muy bien que eso era entrar a un recinto sucio donde me convertiría en prisionero de adicciones pasajeras, sabía que era una dosis con sabor a vacío y soledad aunque se disfrazara de sosiego, no podría imaginarme así de derrotado, en el suelo como si me hubieran dado una paliza, me di vuelta, corrí y me alejé tanto pude de ese lugar. 

¿No es así la situación que viven muchos de nuestros jóvenes?, en verdad quisiéramos que la situación fuera como la relatada, correr y alejarse de ese mundo oscuro, sin embargo, para los que no logran y caen allí, siempre en sus mentes retumba ese “¿Por qué lo hice?”.  

Descuida, no todo se ha perdido, puedes salir de allí, no trates de hacerlo en tus propias fuerzas, sabemos cuánto pueden llegar a aferrarse las adicciones, pero aferrarse al SEÑOR es medicina, vendaje para el caído, sanidad y limpieza espiritual, en la Fundación Antioquia trabajamos con el plus de esta medicina, trabajamos para la vida, con amor y acercamiento para los que más lo necesitan. 

Nuestro equipo profesional experimentado en estos casos, cultiva los valores en comunidad, trata los problemas con una visión diferente, restablece al individuo de adentro hacia fuera, podrá tener la fortaleza para afrontar nuevamente al mundo y desenvolverse como un agente de aportes positivos.  

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